#22 ¿Qué formatos usar cuando comienzas a crear contenido en LinkedIn? Con Laurita Florez
Posiciona tu marca personal creando contenido en LinkedIn
Cuando se habla de crear contenido en LinkedIn, la mayoría de personas piensa primero en el formato: ¿Debería hacer carruseles? ¿Videos? ¿Publicaciones en texto largo? ¿Infografías?
Pero si pones el formato por delante de la idea, el resultado tiende a fallar, porque el contenido más valioso, el que conecta, aporta y se comparte, no es el que tiene mejor diseño.
Junto a Laurita Florez te compartimos como empezar.
¿Cuál es la estructura real de un contenido?
Todo contenido, sin importar el canal o la plataforma, está compuesto por dos partes:
La idea: qué mensaje quieres transmitir, qué punto de vista tienes, qué valor entregas.
El formato: cómo decides estructurar y presentar esa idea (texto, imagen, video, infografía, podcast, etc.).
El problema es que muchas veces los creadores nuevos invierten tiempo perfeccionando el formato sin antes validar si la idea realmente resuena con su audiencia.
La idea es el verdadero motor del contenido
Cuando inicias en la creación de contenido, la prioridad debe ser validar tus ideas. Es decir, entender si lo que estás compartiendo:
Genera una nueva perspectiva
Resuelve una duda
Motiva una acción
O simplemente, hace reflexionar
Si tu contenido no cumple alguna de estas funciones, mejorar el diseño o cambiar el formato no hará mucha diferencia.
¿Qué formatos elegir al comenzar?
El criterio es simple, pero potente, elige formatos de bajo esfuerzo y alto impacto. Esto te permite validar ideas rápidamente sin bloquearte en la ejecución.
Cuando estás comenzando, lo ideal es usar formatos que te permitan publicar de forma constante sin agotarte. De esa manera puedes validar qué temas generan interacción, cuál es tu tono ideal y qué tipo de contenido conecta más con tu red.
Empieza simple. Mejora sobre la marcha. Aumenta el esfuerzo cuando la idea ya haya demostrado su valor.
Crear contenido no es solo cuestión de formato, diseño o algoritmo. Es una práctica estratégica de comunicación. Y como toda estrategia, comienza con una buena idea.
Si quieres avanzar con claridad, empieza así:
Define las ideas que quieres compartir.
Elige formatos simples y con alto impacto.
Mide la reacción.
Ajusta.
Y después, escala a formatos más complejos.
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